Mención Honrosa: El sendero de las Huellas: Nelly Marisel Yañez Morales

Como cada mañana Piolín, un colibrí muy sabio y amistoso se dirigía como cada mañana a buscar su desayuno. A medida que volaba y volaba se imaginaba cuantas flores más habría allí para colectar su sabroso néctar de esas moradas fuentes llenas de dulzura. Enorme fue su sorpresa medida que llegaba cerca del lugar donde se encontraba “Huella”, que por mucho tiempo había sido su amiga; quien le proveía su alimento y con la cual charlaba sobre lo felices que eran en la armonía del bosque.

Fue tal el impacto, que se poso sobre unas ramas, sintió que su corazón latía más rápido que habitualmente, se restregó los ojos con sus alitas, pues no creía lo que estaban viendo sus pequeños y asombrados ojitos.

Su gran amiga, junto a otros árboles y arbustos, yacía tirada en el suelo cubierto de basura, escombros y líquidos de mal olor, de sus flores solo quedaban recuerdos en la mente de su amigo y sus semillas se encontraban tiradas por el suelo, perdidas en la inmensidad de esa suciedad. Piolín aún no entendía lo que había sucedido, observo detenidamente cada detalle y como una filmadora grabó esta terrible imagen y se dirigió donde Pirata, el cóndor del bosque quien en su juventud fue herido por una bala perdida de unos cazadores en su ojo derecho y desde ese momento mantiene gran temor y distancia hacia los humanos, que por su sabiduría tenia la capacidad de organizar al resto de los habitantes del bosque.

Piolín le contó sin perder detalle todo lo que había observado y Pirata de inmediato organizó junto con los demás el rescate de las semillas de su gran amiga que era muy querida por todos debido a su solidaridad y preocupación hacia los demás; quien además tenía el deseo de tener muchas hijas que pudieran cubrir los suelos del bosque. Y así fue como Zorro que era el más ágil, se dirigió al lugar y olfateo semilla a semilla, Zorzal, Charcana y Piolín las colectaban, mientras Monito del monte vigilaba cada movimiento de los humanos que con sus camiones y maquinas habían cambiado y destruido en un instante el paisaje y además se encontraban ocupados levantando un letrero que decía “Vertedero”.

Estos amigos del bosque sn saber lo que significaba, pero comprendiendo que no era bueno para la vida del bosque continuaron su labor con más rapidez, pues sabían que los humanos no tardarían en volver al lugar donde se encontraba la Huella cubierta con toda clase de desperdicios que los animales inconcientemente trasladaron y diseminaron en el bosque, que es el hogar de variadas especie de plantas, animales, insectos, etc. Y que hasta ese momento gozaba de incomparable hermosura.

Mientras ellos trabajaban afanados unos hombres observaron con detención cada movimiento y se conmovieron al ver como esos seres del bosque unidos, solo querían conservar la vida. Al intentar acercarse sigilosamente vieron desaparecer temerosos entre los arbustos a los animalitos y comprendieron el daño que les habían causado y que tenían razón para escapar. Decidieron retirar toda la basura que habían derramado, lo hicieron cuidadosamente alrededor de la Huella.

A lo lejos observaban este cambio, Pirata les decía a sus amigos, creo que le hemos dado una lección y espero que se lleven toda su porquería muy lejos, tanto que no pueda dañar ningún bosque.

Los hombres se retiraron del bosque con toda su basura y maquinaria y en silencio pensaban en nuevas formas de desaparecer sus desperdicios.

Piolín se dirigió a Pirata diciendo: Ahora podemos volver a buscar mas semillas y regresaron. Lograron su misión, se reunieron en el bosque e hicieron una ceremonia, poniendo todas las semillas que pudieron rescatar a los pies de Menta de árbol quien emocionada cobijó estas pequeñitas, en un instante de silencio, solo se oía el aire que parecía entender lo que había sucedido y no quiso interrumpir tan significativo momento y paso como una brisa muy tenue. Rompiendo el silencio Menta de árbol dijo: Hay que sembrarlas y en memoria de nuestra amiga formaremos un pequeño bosque, que alrededor de ella en ese lugar que los humanos dañaron. Se llamara “el sendero de las Huellas”

Años mas tarde el deseo de la Huella se hizo realidad y ahora eran muchas sus hijas que cobijaban a las avecillas, insectos y animalitos del bosque y se sentían orgullosas de su madre.

Los habitantes del bosque luchan día a día para que lo que sucedió aquella mañana en que piolin iba a buscar su desayuno no se vuelva a repetir.

Nelly Marisel Yañez Morales

Mensaje de la autora:

La naturaleza nos entrega todo lo necesario y solo nos pide respeto.

Mirel