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La flora en Chile es muy diferente y interesante si se compara con la flora de otros países. Esto no es tanto por la cantidad de especies de plantas - se estima que en Chile hay solamente 5000 ó 6000 especies diferentes, lo que hace que Chile parezca pobre en biodiversidad en comparación con algunas de sus contrapartes tropicales, como Brasil. Pero esta primera impresión no es muy correcta, ya que la adaptabilidad, singularidad y utilidad de las plantas chilenas las hace destacarse sobre el bio-fondo del mundo.
En primer lugar, Chile posee un clima muy variado que va desde absolutamente seco, sin nada de lluvias (precipitaciones menores 1 - 2 mm por año) hasta muy húmedo, con hasta 3000 - 4000 mm / año. Esta variación de condiciones climáticas también se repite para las temperaturas (- 30º C hasta +35º C), humedad relativa de aire (25 % - 100%), exposición a luz solar (las latitudes continentales de Chile tienen un rango desde 18º hasta 55º, lo que implica exposición a luz solar de 17 - 18 horas en verano y 6 - 7 en invierno en el extremo sur, mientras que los sectores norteños tienen variación mínima) y la altura (0 m hasta 6900 metros sobre el nivel del mar). Además, algunos de estos factores se combinan para crear ambientes inverosímiles, como por ejemplo sectores con ausencia de lluvias casi completa, pero con altísima humedad de aire durante casi todo el año.
Esta diversidad de los factores climáticos y ambientales hace que las plantas chilenas deben adaptarse a una amplia gama de condiciones de vida, las que en su mayoría son bastante extremas. Esto implica que las plantas chilenas son excelentes candidatas para la propagación y cultivo al aire libre en climas más frías de Europa y Norteamérica, así como en zonas áridas. No se puede decir lo mismo sobre las plantas tropicales exóticas que tienen condiciones de crecimiento muy especiales. Chile tiene muchas especies que forman la selva húmeda y tupida sureña, que recuerda la selva tropical por su apariencia, pero cuyas plantas pueden soportar temperaturas bajo cero durante meses sin ningún problema. Y lo que es más, muchas de las variedades desérticas puede vivir perfectamente bien en climas fríos, debido a que el tiempo en Altiplano, a pesar de ser extremadamente seco, trae heladas fuertes, de -10º C hasta -20º C, especialmente en las noches.
Además de tener los factores ambientales muy especiales, Chile es verdaderamente un país del confín del mundo. Chile no solamente es un país de América del Sur, sino un país de América del Sur separado del resto del continente por cordones impenetrables montañosos, ventisqueros y desiertos áridos que hacían que la penetración y diseminación de las nuevas especies era muy difícil (hasta que el hombre blanco trajo consigo todas estas malezas como rosa mosqueta, mora, Ulex y muchas otras más que contaminan el paisaje autóctono chileno). Esto significa que Chile tiene en términos porcentuales la mayor diversidad de las plantas endémicas, es decir plantas que crecen solamente en Chile. Solamente un ejemplo: el genero de Alstroemeria, un fenómeno exclusivamente sudamericano, tiene aproximadamente 100 especies, de las cuales 49 crecen en Chile; de éstas, 40 son endémicos y no se encuentran en ninguna parte del mundo en condiciones silvestres. Para comparar: Argentina, Bolivia y Perú tienen solamente una especie endémica cada uno. Solamente Brasil se acerca a Chile en su diversidad para este genero. Hay miles de plantas chilenas que crecen solamente en Chile, o, a lo mejor, en algunas áreas fronterizas con Argentina. Según un estudio, de las 5082 especies chilenas diferentes, 2561 son endémicas, esto significa que el nivel del endemismo justo supera la marca del 50 % (C. Marticorena, "Composición de la flora vascular de Chile," Flora silvestre de Chile (Jürke Grau & Georg Zizka (eds.)), Sonderheft 19, Palmengarten, 1992), p. 74).
Finalmente, las plantas chilenas se destacan por tener propiedades útiles, ya sea medicinales, nutricionales o industriales. Se puede decir que muy aproximadamente el 50 % de las plantas "grandes", esto es, árboles o arbustos, tienen o tenían aplicaciones prácticas, en su mayoría bien documentadas en la literatura.
El potencial medicinal de las plantas chilenas todavía no está utilizado; sin embargo, los indios locales, los Mapuches, las estaban usando para remedios durante siglos y han encontrado plantas que tienen efectos farmacológico para casi todas las condiciones clínicas. Muchas de estas recetas fueron recolectados por las figuras religiosas y los cronistas de los siglos 18, 19 y principios de 20 (vea la bibliografía para mayores detalles). Recientemente aparecen más y más estudios que promueven los valores medicinales de las plantas chilenas, pero que todavía mucho por descubrir (o mejor dicho, redescubrir) por completo su potencial.
Luego, el aspecto nutricional – muchas plantas son comestibles y tienen sabores exóticos - es suficiente pensar en las plantas más tradicionales, como murta (Ugni molinae) que se usa ya con frecuencia para preparar las mermeladas, avellano que se tosta (Gevuina avellana), los piñoñes de la Araucaria (Araucaria araucana), o las variedades de michay o calafate (Berberis chilensis var. chilensis, Berberis empetrifolia, Berberis microphylla, Berberis montana, Berberis rotundifolia, Berberis serrato-dentada, y muchas otras - existen aproximadamente 20 especies de michay en Chile), las que tienen bayas azules jugosas con un sabor algo ácido, o las zarzaparillas (3 - 4 especies comestibles, como por ejemplo Ribes magellanicum y Ribes gayanum). Luego en la lista de los sabores exóticos vienen los frutos de Fuchsia magellanica (¡excellente para las mermeladas!), las flores de la cual producen un néctar dulce que es la comida preferida de los picaflores locales, o las frutas de pingo-pingo (Ephedra chilensis), con su sabor de miel acentuado por las semillas - la combinación de la carne del fruto con las semillas blandas le da un sabor algo parecido a una mermelada con nueces enteras! O la chaura blanca (Gaultheria pumila) la que produce frutos de color nieve recargados con un sabor dulce que parece a la vainilla - y cuando uno camina por una ladera recubierta de estas plantas, todo el aire se llena de este aroma dulce y apetitoso. De hecho, la mayoría de las chauras son comestibles - esto incluye la Gaultheria phillyreifolia y Gaultheria caespitosa. O piensa en las corazones jugosos de las Puyas (Puya chilensis and Puya berteroniana) y el jugo dulce de la palmera chilena (Jubae chilensis), por los cuales ambas especies fueron casi exterminadas! Finalmente, si a usted le interesan cosas verdaderamente raras, que le parece el sabor fresco, carnoso, de menta de un fruto verdoso parecido algo a las ciruelas... proviniendo de un árbol conífero Lleuque (Prumnopitys andina), y esto sin el resabio de las agujas del pino! Algo similares en forma y sabor son los frutos del Boldo (Peumus boldus). Los frutos del Peumo (Cryptocaria alba) se usan para preparar las mermeladas. Incluso la flor nacional de Chile - Copihue (Lapageria rosea) - una especie protegida, produce frutas muy sabrosas, grandes (de tamaño de una pera pequeña), dulces - imagina en su jardín una planta trepadora maravillosa, resistente a heladas, la que florece con enormes flores rojos, rosados o blancos de hasta 12 cm. de largo y que además le provee luego para el otoño los frutos deliciosos! Y si hablamos de las plantas trepadoras, muchas otras también se pueden comer - como por ejemplo la Lardizabala biternata. Las raíces y hojas de Vinagrillo, Oxalis valdvien pueden comerse y tienen un gusto agradable ácido.
Existen también muchas plantas europeas y del Norteamérica que se introdujeron a Chile y que se adaptaron muy bien al clima cálido mediterráneo de las zona central y ahora crecen en forma asilvestrada, desplazando las plantas nativas locales - por ejemplo el Cichorium intybus, las raíces de los cuales se usan para preparar una bebida que parece al café, la mora (Rubus fruticosus), que tiene una importancia enorme para la población local de campesinos de la zona centro-sur - pueblos enteros salen a recogerla en verano para aumentar sus ingresos y la venden a las plantas procesadores industriales grandes que producen mermeladas; la Rosa mosqueta (Rosa moschata) se usa para las mermeladas, como té y como materias primas para los aceites esenciales.
Estos son unos pocos ejemplos y el listado de todas las plantas chilenas comestibles es verdaderamente muy largo; a la brevedad vamos a publicar un listado de todas estas plantas con una descripción mucho más detallada de cada una de ellas. Lo que es aún más importante, muchas de estas plantas silvestres pueden adaptarse fácilmente a las condiciones de cultivo comercial y tienen rendimientos por metro cuadrado que las hacen atractivas para el mercado de frutas exóticas. Por ejemplo, la Gaultheria pumila puede fácilmente rendir 100 - 200 g por metro cuadro, es equivalente a más de 1000 kg. / ha., y todo esto sin exigencias especiales de suelo, sistemas de riego extensas, etc. Puede cultivarse en casi cualquier ladera montañosa, siempre y cuando esté bien drenada y el clima no sea demasiado cálido.
Una cantidad considerable de los árboles chilenos tienen un valor comercial debido a las propiedades de su madera (Austrocedrus chilensis, Laurelia sempervirens, Embothrium coccineum, Nothofagus alpina, Nothofagus glauca, Nothofagus pumilo, y muchas otras), y muchas plantas en el campo se han utilizado como reemplazo para los productos industriales (por ejemplo como Proustia pyrifolia que se usaba para amarrar los fardos o la Jabonera (Dioscorea brachybotrya) como reemplazo de jabón o detergente para lavar la ropa).
Según se indicó previamente, las plantas chilenas son idóneas para el cultivo a la intemperie debido a su adaptabilidad a los climas frías. Hay varios grupos claves de las plantas ornamentales:
Las Flores (Hierbas)
Rhodophialas (Añañucas) son plantas muy bonitas, con una docena de especies (más las Placeas). Son resistente, pueden cultivarse a la intemperie y estar cubiertas por nieve durante meses; las flores son grandes, llamativas y atractivas; la planta en sí no es muy grande, puede cultivarse en potes y es fácil de propagar y cultivar. La única desventaja es el hecho que no florecen por lo menos durante dos años desde la siembra a partir de las semillas (puede tomar entre tres y cuatro años). La Rhodophiala más interesante probablemente es Rhodophiala splendens, seguida por Rhodophiala rhodolirion. También hay Rhodophiala montana y Rhodophiala andicola.
Alstroemerias (Lirios del campo). Son otro grupo importante con aproximadamente 50 especies. Chile tiene la mayor cantidad de especies en el mundo. Las técnicas para plantar la mayoría de las Alstroemerias son parecidas, no son muy difíciles de propagar y cultivar, generalmente son muy resistentes (algunas variedades de alta montaña están cubierto por nieve hasta 6 meses al año, como por ejemplo Alstroemeria umbellata, Alstroemeria pseudospatulata). Florecen mucho más rápido que las Rhodophialas (generalmente al segundo año, pero algunas alcanzan a florecer el primer año si se dan las condiciones de cultivo adecuadas). Hay una especie de color amarillo bastante común en el sur - Alstroemeria aurea.
Hay una especie relacionada con este genero y que es una trepadora, la Bomarea salsilla; esta planta crece fácilmente, pero las semillas tienen un corto periodo de duración (6 meses).
Orquídeas en Chile son también muy interesantes, son extremadamente difíciles de propagar, aunque presentan menos complicaciones que sus contrapartes tropicales. Para propagación y crecimiento de las orquídeas se necesitan los hongos simbióticos que forman la micorrhiza. Esto significa que para germinar las semillas uno debe tener algo de tierra donde crecía la planta madre. Pero lo bueno de las orquídeas chilenas es que una vez que la planta haya echado raíces, es muy resistente y puede invernar fácilmente en climas frías y le va regalar año tras año flores bonitas sin mayor cuidado.
Calceolarias también son bastante comunes en Chile y muestran un alto grado de endemismo - se estima que hay 65 especies endémicas. Por su similitud y cantidad de especies son muy difíciles de diferenciar. Aquí se presentan algunas: Calceolaria andina, Calceolaria arachnoidea, Calceolaria filicaulis ssp. filicaulis, Calceolaria segethii, y muchas otras. Son bonitos, crecen rápidamente, generalmente sin mayores complicaciones, resisten bien el clima helado. El único problema es que las semillas son muy pequeñas (como polvo), no tienen una duración muy larga y necesitan técnicas de germinación especiales.
Tropaeolaceae. Generalmente son trepadoras. Otra vez, siendo la mayoría de las plantas de alta montaña (muchas crecen hasta una altitud de hasta 3000 m, donde la nieve domina el paisaje durante meses), aguantan bien los climas helados, son muy bonitos durante la floración e incluso sin flores (por ejemplo, Tropaeolum polyphyllum tiene hojas que parecen en algo a las diminutas hojas de palmeras). Otros Tropaeolaceae interesantes son: Tropaeolum ciliatum and Tropaeolum speciosum.
Arbustos
Azaras (Lilenes, Corcolenes). Esto son árboles pequeños o arbustos, generalmente nunca más de 4 - 5 m de altura - se recubren por completo de flores amarillas en la primavera y algunas plantas luego traen tantas frutas que las ramas se doblan bajo su peso. Probablemente la mejor de estas es la Azara microphylla, que tiene hojas diminutas, glabras y la Azara serrata, los frutos anaranjado-amarillentes de la cual forman un contraste bonito con las hojas ásperas de color verde-gris. La Azara lanceolata se distingue por sus hojas largas y angostas. También hay Azara integrifolia y Azara petiolaris...